María del Refugio, nació en San Miguel de Allende, Guanajuato, el día 21 de septiembre de 1866, siendo la mayor de ocho hermanos, desde pequeña se distinguió por un gran amor al Santísimo Sacramento y un gran sentido del humor que compartía con sus hermanos. María del Refugio descubre en la educación el medio propicio para extender en el mundo el reinado de Jesús Eucaristía, tal fue y continúa siendo la principal misión del Instituto por ella fundado. Esta obra nace en medio de las dificultades de una patria que lucha por su libertad, ya que la fecha de fundación coincide con la de la Revolución Mexicana, tiempo de cambio y de conflictos políticos, ante lo cual Refugio responde con un corazón generoso, preparando y regalando alimentos a cientos de personas que a diario acudían a las puertas del colegio en busca de pan y de protección, además albergó en repetidas ocasiones a familias que huían debido a que se encontraban amenazadas de muerte por causas políticas, fue en este tiempo un ángel de la sociedad, como acostumbraban llamarle en San Miguel de Allende desde su infancia. Tras esta época, viene otra de mayor sufrimiento y represión a la Iglesia, la persecución religiosa, donde toda la comunidad sucumbe ante las adversidades que dicha persecución suponía, las hermanas debieron continuar con su apostolado y obras de caridad a escondidas, dando clases en los sótanos, carentes muchas veces de las cosas materiales más indispensables, pues se perdió la libertad de culto y fueron cerrados cientos de templos católicos. María del Refugio, en medio de tantas dificultades sabe ser para cada una de las hermanas una madre amorosa que busca protegerlas del enemigo, es de esta forma en que se ve obligada a separarse de las hijas que había acogido en su instituto enviándolas al extranjero para protegerlas de los males que les rodeaban en el país. En medio de estas penas y dificultades, Refugio descubre la protección amorosa de Jesús Eucaristía, y ante la cercanía y apoyo del Padre Alfredo Scotti de la Orden de la Merced, ella encuentra la presencia viva de María Santísima de la Merced en su obra y apostolado, razón por la cual decide que el Instituto por ella fundada acoja también esta gracia que la llevará a llamarse mercedaria. Después de todas las obras realizadas y de una vida consagrada por entero a Dios y a sus hermanos, María del Refugio muere el día 24 de abril de 1937 en que llena de gozo retorna al padre que la creó.